Navegar en la realidad de todos los días

Atravesar nuestra realidad cotidiana puede volverse muy difícil. Pero es en el esfuerzo de atravesarla al modo de Jesús donde encontramos un valor agregado.
Es dificultoso porque tenemos que enfrentarnos a todas las asperezas que no están en los papeles.
Las burocracias cotidianas, las de las instituciones, que de a poco vamos reproduciendo dentro de nuestra rutina.
Todas esos hábitos, que tenemos incorporados, pero que a veces no suman a nuestro bienestar ni el de los demás.
Las peleas, los roces, los malentendidos…
A veces, navegar en la realidad de todos los días puede parecerse a deslizarse por papel de lija. Pero aquello que es realmente valioso en la vida surge cuando damos una respuesta generosa y misericordiosa a estas asperezas.
Donde tenemos respuestas desde nuestro amor, pequeño, concreto y encarnado para situaciones pequeñas, concretas y encarnadas.

Ciao.