lunes, 11 de marzo de 2019

Un signo


¿Qué más signo, Señor, nos hace falta?

Los pobres, en su hambre, señalan el amor como camino.
Los niños, en sus juegos, eligen lo sencillo como escuela.
Los profetas, gritando, reclaman tu verdad y tu justicia.
Las víctimas de guerras aspiran a la paz como horizonte.
Los presos de un espejo envuelven en sonrisas la tristeza.
Los ídolos de barro sepultan bajo fango la belleza.
Los que se hacen preguntas intuyen tu palabra en el silencio.
Los muertos, en su sueño, piden la eternidad como respuesta.

¿Qué más signo, Señor, necesitamos, para volver el tiempo sementera, para apostar la vida al Evangelio, para buscar la tierra prometida, para elegir tu senda?

José María R. Olaizola, SJ

Ciao.

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