sábado, 1 de junio de 2019

Pintar nuestro mundo



A este mundo hemos venido para otorgarle nuestro toque especial. 
Para pintarlo con nuestras acuarelas, para hacer resonar en todos sus rincones nuestras voces.
Para llenarlo de nuestra música.
Para dejar que nuestros dones florezcan en los jardines de la Tierra.
En este sentido, podemos decir que crecer (y vivir) es construir. Siguiendo los consejos del Padre Arrupe, en una conocida frase, decía que "él no se resignaba a que, a su muerte, el mundo siguiera como si él no hubiera estado vivo." 
Lo que el padre Arrupe quería decir es que él (y todos) tenemos la capacidad de transformar la realidad en la que vivimos.
Es un don que nos ha sido dado por Dios. Y como todo don, es nuestra obligación y debemos ponerlo al servicio, y así entregarlo a la vida, tal y como este mismo don nos ha sido gratuitamente entregado en primer lugar.
Existen tantos modos de construir la realidad como personas hay en el mundo. 
Cada uno nosotros tenemos algo que nos hace únicos y especiales. Ese es el regalo que nos ha sido otorgado para que podamos imprimir nuestra propia originalidad y creatividad a la vida.
Hoy os invito y me invito a preguntaros qué es lo que Dios nos ha regalado, y de qué modo podemos ponerlo a disposición de los demás para transformar nuestra realidad.

Ciao.

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