domingo, 7 de julio de 2019
Nuestra fe se vive desde el encuentro
Muchas campañas publicitarias acentúan la autodeterminación y la autosuficiencia como signos de libertad y éxito. Constantemente se nos invita a soltar los vínculos institucionales para posibilitar el despliegue de nuestra originalidad.
Sin embargo, algunos analistas sociales hablan de que vivimos en una sociedad de la incertidumbre, donde prima la ansiedad por el futuro dada la desconfianza en el presente.
Pero lo propiamente humano es la confianza, la capacidad de encontrarnos con otros y de vincularnos en proyectos de futuro. Nos realizamos plenamente junto a otros. «Pues yo solo, ¿Qué puedo ser?».
Hoy, una parte de la dimensión profética de la fe cristiana se juega en dar testimonio de que podemos trascender de nosotros mismos, de que tenemos la capacidad de vincularnos con Dios y con los demás desde la confianza, rompiendo así las dinámicas de aislamiento y exclusión que nos deshumanizan. Nuestra fe se vive desde el encuentro.
Espiritualidad Ignaciana
Ciao.
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