Preguntarnos por el futuro

Preguntarnos por el futuro es inevitable. Ante las encrucijadas en el camino, nos paramos para ver qué dirección hemos de tomar.
Miramos las distintas posibilidades y horizontes posibles. Pero creo que la cuestión no es tanto hacia dónde miro, sino desde dónde miro.
Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio nos invitan a vernos a través de los ojos de Dios, y descubrir cómo nos sueña. Es decir, desde la experiencia de sentirnos amados y sostenidos por Aquel que nos da la vida.
Una vida recibida para amar y encontrarle a cada paso que damos. Así, desde esa alegría de sentirnos creaturas amadas, poder mirar el futuro desde toda nuestra realidad con esperanza.
Esta experiencia fundante es la que debe dinamizar nuestro discernimiento e iluminar los momentos de incertidumbre. Dejémonos empapar y arrastrar por esta experiencia de encuentro, para responder eligiendo desde nuestro compromiso a su Amor.

Espiritualidad Ignaciana

ciao.