lunes, 9 de diciembre de 2019

Caricias


Tenemos que pasar por este mundo acariciando la realidad. A la manera de Dios.

Acariciar. A veces se trata de eso. En nuestro mundo, en nuestra vida, en nuestro día a día. Algo tan sencillo como eso. Sonreír a quien está triste (pero no sonrisas fáciles o vacías, sino que establezcan un vínculo). Apretar una mano (y con ello transmitir un mundo). Acariciar un rostro, prometiendo estar ahí. Ver, y aún más, mirar al otro… Oír, y entonces escucharle.
Abrazar a quien se siente tan abandonado, tan abatido… Estar ahí para los otros, y hacérselo saber. Me gusta pensar en Jesús como un hombre que también hablaba con sus gestos.

Pastoral SJ

Ciao.

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