Hay una frase del Padre Jesuita Ángel Rossi que es muy linda a la hora de pensarse a uno mismo en espacios de servicio y el ver que lugar ocupa cada uno y es que "dejen a los demás que nos digan quienes somos".
Quizás aquí podamos caer en la tentación de "perdernos en los otros" y acabar estando pendientes de lo que los demás piensan de nosotros. Una actitud de la que ya todos sabemos que no sale nada bueno.
Pero sí, buscar la confrontación de los demás para saber dónde estamos ubicados y cómo estamos donde estamos puede ayudarnos.
Podemos preguntar de vez en cuando a las personas con las que compartimos distintos espacios cómo nos ven, qué cosas les gustan, qué cosas no, o creen que podríamos mejorar.
O bien, a la hora de tomar una decisión u ofrecernos para determinada función, podemos detenernos y preguntar a los demás ¿Crees que puedo hacerlo? ¿Qué me aconsejarías?
Son actitudes que nos ayudan a crecer no sólo para hacer lo que hacemos "mejor" y sobre todo, para hacerlo de un modo menos egoísta, desde la humildad de quien sabe que lo que es y lo que tiene, no es para uno mismo sino para darlo a los demás.
Ciao.
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