martes, 28 de enero de 2020

Nuestro peregrinar en la vida


Nuestra vida es un constante peregrinar y creemos que una cuestión esencial de este "ir en camino", radica en poder detenernos, en algún momento para valorar lo que tenemos y lo que Dios nos regala cada día.
Esto no significa que permanezcamos quietos y pasivos. Al contrario, es el germen para tomar nuevas energías en nuestro caminar diario.
El Evangelio nos  cuenta varias veces que Jesús en medio de sus muchas actividades, tenía el tiempo (¡Se lo creaba!), para vivir el silencio y  para encontrar la intimidad con Dios Padre… Encontraba el tiempo necesario para sentir el camino andado.
Tratemos de contemplar a este Jesús que se detiene a sentir el camino.
Sintamos también nosotros el nuestro, y preguntémonos ahora...
¿Hacia qué lugar me dirijo? ¿Qué agradezco de lo caminado este último tiempo? 
Que la gratitud por esta vida que Jesús nos regala, nos siga dando lucidez en cada una de las rutas que transitamos.

Ciao.

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