Hay una promesa de Dios para la vida de cada uno de nosotros. Tenemos que reconocer que es un misterio y que no sabemos bien qué será, pero pienso y creo que deberá tener mucho que ver con los deseos más auténticos que cada uno de nosotros tenemos.
Con ese anhelo que habita en nuestro corazón y nos acompaña desde siempre vivimos esperando que Dios cumpla nuestro deseo.
A veces, puede ser algo más o menos sencillo o concreto. Otras, puede ser algo enorme, ideal e "inalcanzable".
¿Cuál es tu deseo? ¿Lo has hablado y pedido a Dios?
La verdad es que, a medida que vamos creciendo, vamos perdiendo un poco la capacidad de soñar. Sobre todo de soñar con grandes cosas.
Dios, sin embargo, está desde siempre con nosotros y también tiene muchos sueños para nosotros.
Quizás hoy puedas acercarte con tu oración y llevar con humildad aquél deseo más profundo que habita tu corazón, charlarlo con Él, y empezar a soñar juntos.
Ciao.
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