jueves, 2 de abril de 2020

Volver a ser un niño



Una mirada adelante, una anticipación. ¿Será que podemos volver a hacernos como niños? ¿Será que al final de esta cuarentena nos espera una nueva inocencia? Una reflexión de Luis Hernanz

Estamos afrontando acontecimientos excepcionales que están trayendo, para muchos, consecuencias personales trágicas y penosas. Y este tiempo de dolor e incertidumbre coincide con el tiempo de Cuaresma. Un momento litúrgico de conversión, para prepararnos para la gran fiesta de la Pascua.
Cuarenta días para caminar con nuestra cruz, sabiendo que la alegría nos espera al final del camino. Por eso, aun con todo lo que estamos pasando –que ya es mucho–, debemos ser capaces de encontrar un pequeño hueco en nuestro día a día para levantar la cabeza, recuperar la mirada y poner a nuestro corazón en perspectiva. Ponerse a punto para 'lo nuevo' que está por llegar.
El día D, el día en el que podamos retomar nuestra rutina, está hoy más cerca que ayer. Compartir una cerveza con nuestros amigos, dar un simple paseo por la calle, ir a un concierto o salir a cenar, ir a una pastelería, salir de compras o bañarte en el mar.
Todo eso a lo que hoy le damos mucho más valor que el que le dábamos hace apenas diez días.
Y es que, aún no somos conscientes, pero todo aquello que hagamos 'por primera vez' cuando salgamos del encerramiento será emocionante. Lo viviremos de forma diferente, como una nueva sensación. Algo genuino. Hasta incluso inocente. Coger el tren a casa con la ilusión que tenemos cuando vamos en Navidad, volver a la oficina como si fuera el primer día de cole tras las vacaciones de verano, celebrar los cumpleaños no celebrados...
Y en todo eso estará Él, que todo lo transforma y todo lo convierte. El Dios infinito que nos brinda otra oportunidad para empezar de cero. Para amar con pasión, para caminar dejando huella o para compartir con consciencia. Pero, sobre todo, para exponernos ante el mundo y ante Él con otra mirada. La de un niño.
Este es el poder transformador de Dios en nuestras vidas.
Sentir nuestra vida como si todo ocurriera por primera vez. Será, al fin y al cabo, como volver a ser un niño. Y hoy estamos un poco más cerca de esta 'nueva vida', de la luz, de la alegría. Más cerca de un Cristo Resucitado.

Luis Hernanz

Ciao.

No hay comentarios: