jueves, 11 de junio de 2020
¿Coherencia o apariencia?
¿Qué es más importante para ti, ser coherente contigo mismo o vivir de la apariencia, complaciendo siempre a los demás para ser aceptado y querido, haciendo lo que se espera de ti y así ser más valorado?
El traje más sencillo y que es más económico, es el que no se ve, pues lo llevamos debajo de la piel.
Es económico porque no cuesta dinero, pero sí cuesta mucho empeño, mucho tesón, paciencia, confianza y mucho valor para coordinar lo que pensamos, decimos y hacemos.
Y claro que tiene un precio que tampoco se ve, es que puedes ser criticado por no ser manipulable, puedes ser aislado y tachado de raro, pueden decir que desvarías y que te has perdido y no ves claro.
La contrapartida a esos argumentos, es que uno comienza a hacer uso de su libertad, pierde el miedo, potencia su fuerza interior, escucha sabiamente a su corazón e intenta poner en practica lo que siente, que es la sabiduría de la vida misma.
Nos han enseñado a focalizarnos en los otros, en sus virtudes, a no sentir envidia por los logros ajenos y a que no apaguemos sus luces con los celos, pero tampoco nos apaguemos nosotros, que también nuestra vida tiene su valor y tenemos que poner en práctica y usar nuestros dones y talentos, trabajándolos humildemente y prescindir de los miedos que no dejarán de asomar e intentar paralizarnos.
Ni subidos en un pedestal, ni hundidos en un pozo sin salida. Caminar, afrontando valientemente lo que encontremos en nuestro interior, para aprender a transcenderlo y sacar su enseñanza. Pues todo en la vida nos muestra algo.
Luces y sombras, las tenemos todos...
Aprendamos a acortar sus distancias y juzguemos y sentenciemos menos en los momentos de sombras.
Y que Dios nos guíe y acompañe en cada tramo del camino para no acobardarnos, veamos lo que veamos ¡Con fe y confianza!
Ciao.
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