Encontrar a Dios en todo

Podemos encontrar a Dios en todo, incluso en la desolación. En el reír, en el amar y en el construir, qué grato y qué fácil es reconocer su presencia; sin embargo, cuánto nos cuesta hacerlo en el llorar, en el soltar y en el recoger lo destruido.
 Saber mirar... Saber escuchar... Saber contemplar la acción de Dios es descubrirlo de manera humilde y sencilla en los pequeños signos de vida, inclusive si estos parecen esconderse.
Los doctores de la ley le pedían a Jesús un signo del cielo y no vieron que estaba ante sus ojos.
¿Qué señal esperaban ver? En Jesús está el signo que buscamos, mantengamos los buenos propósitos, pongamos los medios y confiemos.
Como decía San Ignacio: “Actúa como si todo dependiera de ti, sabiendo que en realidad todo depende de Dios”. Él nos acompaña más cerca y sencillamente de lo que imaginamos.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.