Maria Voz nos invita a dejar caer la dominante "cultura de la sospecha" para embocar decididamente la vía de una "cultura de la confianza".
No se trata de tener solo sentimientos personales respecto a otras personas, aunque sean necesarias, sino de construir con empeño, día tras día, un fundamento cultural totalmente nuevo y de creer que con la confianza se construye el convivir social pacífico y respetuoso de las diversidades.
Que es un acto de gran inteligencia el elegir de tener confianza en el otro, en lugar de juzgarlo con una apriorística sospecha.
Que al final, haciendo así, todos ganamos, también quién cumple un acto de confianza sin recibir aparentemente respuesta especular de parte del otro, porque el acto mismo de tener confianza es una recompensa suficiente. Porque me construye como persona apta en estos tiempos complejos, me libera, me hace más abierto y disponible, porque da espacio a mi inteligencia.
Michele Zanzucchi
Ciao.
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