Vivir es...

Vivir es... Subir y caer, ganar y perder, reír y llorar, brotar como una flor y ajarse con la edad.
El Diccionario de la Real Académica Española, siempre tan bienintencionado, define vivir como pasar o mantener la vida, estar, durar. 
A mi estas definiciones me parecen un poco tristonas. Dichas así, parece que la vida es una cinta transportadora que te va arrastrando en línea recta. Que la vida va pasando mientras tú estás ahí como un paquete. Y creo que nuestro paso sobre la tierra es mucho más dinámico.
Vivir: Hacer real una posibilidad personal única e inigualable para cada sujeto, que supone interactuar con los demás, comprometerse en la labor vital y en la actividad que aporta y modifica lo real, soporta el dolor y busca la felicidad.
Y ahora me explico. Creo que vivir es involucrarse un aquí y ahora.
Es asentarse en la encrucijada y acoger las alegrías y las penas de cada historia humana. Es elegir una escala de valores y ponerla en practica; es entregarse a los demás y correr el riesgo de perderse y encontrarse siempre porque se va asido de una mano amorosa.
Es renunciar a muchos sueños y encontrarse en medio de lo que nunca se imaginó.
Es admirar a muchos y no cambiarse por nadie, es sacrificarse, es volar. También resistir.
Es ser imprescindible para otros y a la vez no tener demasiada importancia.
Vivir es comprometerse con el tiempo. Y con los actores de ese tiempo: Prójimos y lejanos.
Es ser hombre sencillo, una mujer laboriosa, como cuenta Platón en una de sus obras. En pocas palabras, subir y caer y subir, y caer, y subir. Y llegar a DIOS.

Ciao.