martes, 1 de septiembre de 2020
Manos
Manos...
Manos que sumen, que acojan, que acaricien. Manos que trabajen, que envuelvan, que se abran en gesto de bienvenida...
Esta semana no voy a hablar de sentimientos, ni ideas, ni deseos, si eso es posible. Esta semana no voy a hablar de fracaso, ni de éxito.
Esta semana sólo voy a ser consciente de que las palabras solas no bastan, de que para construir hacen falta manos, manos que toquen, que rocen, que acaricien.
Manos que perciban la realidad, que sangren o descansen, que agarren el timón de una y mil naves que están en marcha, o que se endurezcan en los remos.
Manos que sujeten a quien cae, que detengan a quien abusa, que acompañen a quien se agota.
Hacen falta manos que perciban lo duro y lo suave, lo frío y lo caliente, lo denso y lo ligero. Manos que hablen.
Pastoral SJ
Ciao.
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