domingo, 25 de octubre de 2020

Ocupar el primer puesto

¿Para qué ocupar el primer puesto?
Es una pregunta fundamental para escaparnos de la tentación de ejercer o desear tener un poder que no sea para servir, sino por el poder mismo. Es algo muy común (lamentablemente) dentro de la Iglesia. Todos queremos ser los primeros.
Es muy común también, encontrarnos con gente frustrada por no ocupar los primeros puestos: Porque no se les da la relevancia que esperan, porque tienen que respetar los mismos pasos que los demás para participar de tal o cual instancia o porque los demás no les responden con la admiración que esperan. Todos hemos estado en esta situación alguna vez. Para solucionar esta triste y penosa situación, quizás podamos asumirla con menos frustración si aceptamos primero que estamos en calidad de aprendices antes que de maestros. Todos estamos aprendiendo. Todos somos ignorantes de la mayoría de las cosas. 
Si lo asumimos con humildad, quizás podamos tener la paciencia suficiente para aprender, para respetar tiempos, procesos (propios y ajenos), para aprender a caminar con otros sin sentir la necesidad de estar disputando una carrera con nadie.

Ciao.

No hay comentarios: