“Ir adelante”

Uno de los grandes deseos ignacianos es el de “ir adelante”, progresando poco a poco en el servicio de Dios.
El camino de Ignacio así nos lo indica: Con el corazón repleto de deseos santos, salió de su tierra natal, sabiamente imprudente, con la única certeza de que Dios estaba con él y le cuidaba.
Ignacio tuvo que atravesar tiempos difíciles y experiencias que le sobrepasaban, pero nunca se rindió ante las circunstancias, sino que, impulsado por el Espíritu, era consciente de que era Dios mismo quien le seguía llamando y confirmando en su servicio.
Servir a Dios a veces puede resultar frustrante, porque queremos ponerlo todo en nuestras fuerzas. No pocas veces sentimos la tentación de “tirar la toalla” y darlo todo por perdido.
Sin embargo, Dios obra misteriosamente en la vida de las personas, y da a estas su aliento para que sigan yendo adelante, con el único deseo de amarle y servirle más.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.