domingo, 27 de diciembre de 2020

Seducción


Me seduces, Señor, sin artificio ni adorno.
Con la verdad desnuda de tu Palabra, de tus preguntas, de tu Cruz.
Me cautivas en la pasión de tu vida y de tu muerte, y en la esperanza de tu Resurrección.
No me siento muy capaz, pero Tú me llamas, y ahí germina la lucha: Te admiro, y me alejo,  te quiero, y te niego, te escucho, me pierdo, Tú eres luz, yo estoy ciego.
Pero no cejes en el empeño. Prefiero tu invasión difícil a mi seguridad vacía. Tú sabrás derribar los muros y llenar mi casa de Vida.

José María Rodríguez Olaizola SJ

Ciao.

No hay comentarios: