Vivir la Palabra con la máxima intensidad.
A primera vista, esta frase puede dar la impresión de una tarea demasiada ardua. De hecho, se puede resumir en el mandamiento del amor al prójimo: Amar a todos como a mí mismo; o en el mandamiento del amor recíproco: “Ámense los unos a los otros…”Al enseñarnos lo que realmente importa, es decir, vivir el amor a Dios y al prójimo, Jesús afirmó que en esto consiste toda la ley y los profetas. Sería, el resumen de sus enseñanzas, por así decir.Entonces, cuidar de mí, de mi salud, dormir bien, con una alimentación saludable, para estar bien y amar más intensamente. Desde la mañana hasta la noche, cumplir el propósito de amar siempre.Vivir algunos momentos exclusivos para Dios: En oración, trabajando, estudiando, profundizando la unión con Él que está presente en cada prójimo. Ser su Palabra viva, intensamente viva.
Apolonio Carvalho Nascimento
Ciao.
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