Como Tomás... También dudo y pido pruebas.
También creo en lo que veo.
Quiero gestos.
Tengo miedo.
Solicito garantías.
Pongo mucha cabeza y poco corazón.
Pregunto, aunque el corazón me dice: «Él vive».
No me lanzo al camino sin saber a dónde va.
Quítame el miedo y el cálculo.
Quítame la zozobra y la lógica.
Quítame el gesto y la exigencia.
Dame tu espíritu, y que al descubrirte, en el rostro y el hermano, susurre, ya convertido:
«Señor mío y Dios mío».
José María Rodríguez Olaizola, SJ
Ciao.
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