domingo, 13 de junio de 2021

Recordar daños pasados

El recuerdo de un daño que nos han causado en el pasado puede ser un obstáculo para reconocer a Dios. Es muy difícil perdonar de corazón, pero si no lo hacemos, nos negamos a dejar que Dios sea Dios en nosotros.

Prueba imaginarte a solas en una habitación: 

Oyes cómo llaman a la puerta, y al abrir reconoces a Cristo. Enséñale la casa que es tu vida. Llévale a las habitaciones, a los acontecimientos qué más te han marcado. 

Detente en aquellos que has experimentado gran dolor, y preséntale a las personas que lo han provocado. Diles, y dile también a Cristo, el dolor que aún sientes, y fíjate después en Él y mira cómo reacciona ante esas personas que le has presentado.

No te fuerces. Ni a realizar gestos que no sean sinceros ni a pronunciar palabras de perdón. 

Déjale que saque al exterior tus sentimientos y tus palabras. Aunque sólo sean: «Quiero querer ser capaz de perdonar».

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

 

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