Bienaventurados los que creen que la educación es una obra de amor.
Bienaventurados los que han descubierto que la educación es ejercicio y respuesta de libertad.
Bienaventurados los que son capaces de mostrar que hay cuestiones que son definitivas y, por tanto, dan y muestran una educación integral.
Bienaventurados los que saben educar en la verdad del amor y del sentido de la vida.
Bienaventurados quienes educan siendo testigos.
Bienaventurados quienes no permanecen indiferentes ante situaciones y tendencias que son destructivas de la persona y la sociedad.
Bienaventurados quienes asumen como tarea prioritaria mostrar el rostro del verdadero humanismo a los niños y a los jóvenes.
Bienaventurados quienes apuestan por una educación forjadora de cultura y humanidad.
CARDENAL CARLOS OSORO SIERRA (Arzobispo de Madrid)
Ciao.
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