Contemplar no es meditar. Se medita con el pensamiento y la razón. Meditan los filósofos racionalistas, empezando por Descartes y sus “Meditaciones Metafísicas”.
Y también se entiende la meditación como una técnica o disciplina, desde el silencio y la quietud del cuerpo y el pensamiento.
El procedimiento es siempre el mismo:
Respiración, relajación... Concentración o pensamiento centrado, en un mantra o un objeto, sonido o imagen. Se pretende dominar la mente, el dominio de sí... Llegar a esto es muy difícil. Se requiere una ardua disciplina personal y perseverante.
Pero Meditar no es Contemplar. En la contemplación ya no hay técnicas que valgan. La obra ya no es nuestra, como en las técnicas de la meditación. Es obra del Espíritu.
El contemplativo es vocación de vida consagrada a la escucha, desde el silencio y la oración. Vida incesante que se entrega a la escucha de la Luz.
Santiago Pérez Gago
Ciao.

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