Precioso poema escrito por San John Henry Newman, cuando viajaba en barco por la costa de Sicilia, en medio de una crisis de fe.
Guíame, Luz Amable, entre tanta tiniebla espesa, ¡Llévame Tú!
Estoy lejos de casa, es noche oscura y densa, ¡Llévame Tú!
Guarda mis pasos, no pido ver confines ni horizontes, solo un paso más me basta.
Yo antes no era así, jamás pensé en que Tú me llevaras.
Decidía, escogía, agitado pero ahora, ¡Llévame Tú!
Yo amaba el lustre fascinante de la vida y, aun temiendo, sedujo mi alma el amor propio:
No guardes cuentas del pasado.
Si me has librado ahora con tu amor, es que tu Luz me seguirá guiando.
Entre páramos barrizos, cárcavas y breñales, hasta que la noche huya y con el alba, estalle la sonrisa de los ángeles, la que perdí, la que anhelo desde siempre.
Ciao.
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