Señor, quiero ser el amigo con quien compartir la alegría y el fracaso.
Aquel a quien recurrir cuando hay un problema; el amigo que critica y da consejos estando presente el interesado; el Amigo que comprende aunque las apariencias engañen; el amigo que desde lejos, hace sentir su presencia.
Quiero ser, Señor, un amigo que no distingue razas, ni edades, ni credos, ni política, ni distancias.
Quiero saber conservar la verdadera amistad como el más maravilloso de los regalos.
Quiero ser el amigo que profesa un afecto desinteresado y personal, que cuida del trato y es generoso con el tiempo.
Quiero ser un amigo leal, llegar a sentirme como hermano.
Nada hay más noble y escaso que un verdadero amigo.
Reflejos de Luz
Ciao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario