jueves, 23 de diciembre de 2021

La verdadera Navidad

No. La Navidad no son mensajes en cadena. 

No es salir a la calle todos los días a comer y a cenar. 

La Navidad no son los reencuentros ni la obligación de quedar con aquellos que no ves nunca. 

La Navidad no es familia. Ni mucho menos regalos. 

La Navidad no son los Reyes Magos ni la “americanada” de Papa Noel. 

La Navidad son todos los días del año.

El café de por la mañana con los de siempre, los mensajes inesperados. Las flores que mandamos a alguien  porque si, porque nos apetece. Los besos a nuestros hijos. La gran suerte de tener trabajo. 

La Navidad es la mediocridad de país que tenemos ahora. La cantidad de injusticias que está habiendo. La posibilidad de tener un plato de comida en tu mesa todos los días. La abundancia en el buen hacer con las personas. 

Y es que perdonad que os lo diga, pero la Navidad me sigue poniendo un nudo en la garganta recordando a los que ya no están entre nosotros. 

No me gusta desearte la felicidad hoy porque mañana sea 24 o 25 de diciembre. 

No me gusta ver a los amigos  solo por Navidad. 

No me gusta comer por demás ni salir a la calle porque hay mas luces de la cuenta. 

No me gusta pasar por alto lo que esta sucediendo mientras las redes sociales se olvida de lo que hemos vivido hace solo unos días, por colgar fotos de fiestas, comilonas, o “qué buenos amigos somos todos en estos momentos”. 

Estoy de acuerdo que la vida sigue, que publicamos solo los momentos felices pero... No olvidad que eso, no es Navidad. 

La Navidad se produce por un gran acontecimiento, que viene a salvarnos: Jesús nace en Navidad para que nosotros, sus hijos, encontremos la salvación a través de su sacrificio. Jesús nace y nosotros debemos celebrarlos como cualquier nacimiento, pero que este espíritu festivo no se quede solo en estos días. 

La Navidad, el espíritu de solidaridad, de generosidad, de celebración y de alegría que nos invade en estos días, sea la  felicidad para todos los días de nuestras vidas.  No nos confundamos. Jesús nace y se queda entre nosotros, por eso nuestro celebración debe ser continua.

Ciao. 

 

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