lunes, 17 de enero de 2022

El camino hacia el sosiego interior

Todos deseamos encarnar un ideal. Los ideales poseen la capacidad de propiciar nuestro crecimiento. Necesitamos ideales que nos muevan, que nos hagan abandonar las comodidades a las que nos hemos acostumbrado. Pero, por desgracia, muchos se identifican hasta tal punto con su ideal que carecen ya de valentía suficiente para aceptarse, antes de nada, tal como son.

Muchas personas están poseídas por la desconfianza radical de no obtener reconocimiento a causa de su forma de ser. Se dicen a sí mismas: «Si supieras cómo soy en realidad, no podrías ya aceptarme». O bien: «Si la gente supiera cómo es mi interior, en qué se ocupa mi imaginación, dejaría de respetarme».

Para no sucumbir a esta desconfianza radical hace falta mucha humildad. Se requiere valentía para confrontarse con la verdad propia y aceptar las sombras propias. Esto es algo, sin duda, doloroso. Pero la negación de tales dimensiones de uno mismo no es el camino hacia la felicidad ni hacia la paz interior.

Es más bien la aceptación de la propia verdad con toda humildad la que nos lleva al sosiego del corazón.

Ciao.

 

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