Preciosa oración del Padre José María Rodríguez Olaizola, que estoy segura de que muchos las vais a hacer a partir de hoy. Espero que os guste.
Sí, Señor, yo te pido el pan de cada día, la paz en mis fronteras, la luz de tu palabra.
Pido que no me falte sencillez en los gestos, cordura en el afecto, limpieza en la mirada.
Busco tu voz discreta que ni grita ni abruma, tu presencia callada que todo lo transforma.
Voy buscando en mi entorno de tu paso las huellas, de tu cruz las secuelas, de tu amor los reflejos.
Y llamo, sí, te llamo en los días felices y en las noches oscuras.
Es tu nombre un tesoro que comparto, en voz baja, sintiendo que al llamarte la bruma se disipa y enciendes la esperanza.
José María Rodríguez Olaizola, SJ
Ciao.
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