jueves, 9 de junio de 2022

Pongamos a Cristo en el centro de nuestra vida

El ser humano es un ser social, necesita vivir con otras personas. Por ello, los hombres y mujeres de este mundo se reúnen en distintos grupos sociales, forman clubs o asociaciones donde comparten intereses comunes. Estas dinámicas son positivas, pues ayudan a que salgamos de nosotros mismos y conozcamos a otros.

Sin embargo, ser parte de la Iglesia es mucho más que pertenecer a un club social. Es cierto que compartimos creencias y un determinado modo de ver la vida. Sin embargo, lo que de verdad nos une es que hemos sido convocados por un mismo Señor. En realidad, si somos cristianos es porque hemos recibido una llamada el día de nuestro bautismo. No somos nosotros los que previamente hemos elegido seguir a Cristo, sino que es Él quien nos llamó primero y solo después nosotros hemos respondido. Por tanto, es Jesús quien crea nuestra comunidad eclesial, es Él quien nos reúne cada Domingo para que celebremos la Eucaristía con otros hermanos y quiere que entre nosotros se dé una fraternidad basada en su amor. Pongamos a Cristo en el centro de nuestra vida y vivámoslo en la Iglesia.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

 

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