domingo, 17 de julio de 2022

Productividad

Vivimos en una sociedad en la que nos preocupa desmedidamente la productividad. Somos capaces de emplear muchas horas sin descanso para obtener unos beneficios que nos hagan vivir con muchísimas cosas. Evidentemente, para conseguir estas ganancias hemos de emplear tiempo en nuestro trabajo y reducir nuestro descanso. Además, este afán por el rendimiento nos lleva en algunas ocasiones a abusos. Cometemos excesos con otras personas con las que compartimos labor, a las que les pedimos que no paren de producir, al igual que explotamos la tierra al extraer de ella recursos antes de que ella misma los pueda regenerar.

Sin embargo, en el Génesis, Dios creó también un día para descansar, el sábado (Gn 2,3). No es un día para ser perezosos, sino una jornada para liberarnos de estas dinámicas basadas en la productividad que nos alejan de nuestros hermanos y de la Creación. No solo tenemos que descansar nosotros, también tienen derecho al reposo nuestro prójimo y la naturaleza. Además, de esta manera podremos reconciliar nuestras relaciones sociales y tener un vínculo mucho más sano con la creación. Descubriremos que la productividad no es lo prioritario y que los demás seres humanos y la naturaleza son un regalo de Dios.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.


 

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