Contemplar un misterio de amor en Jesús

Muchas veces pensamos que Jesús no era realmente un ser humano como nosotros. Nos pensamos que era una especie de súper héroe que tenía una serie de poderes que le hacían ser un personaje especial. Ciertamente, Cristo es el Hijo de Dios, pero también es verdad que se tomó muy en serio lo de hacerse hombre. Tanto es así, que asumió toda nuestra condición humana hasta el punto de que murió como un cualquiera.

Sin embargo, para los creyentes, Cristo es Dios que viene a salvarnos. Se ha hecho un ser humano como nosotros para poder llevar a los hombres a Dios. El amor que tiene por la humanidad es tan grande que se ha abajado todo lo que hacía falta para poder compartir nuestra propia vida. Por ello, cuando pensamos en Jesús hecho hombre, debemos contemplar un misterio de amor. Un amor tan grande que es capaz de salir de sí mismo para que la humanidad pueda vivir la salvación de Dios.

Espiritualidad Ignaciana

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