martes, 11 de octubre de 2022

Odres nuevos

¿Quién no disfruta, alguna vez, el viaje por la memoria?

¿Quién no tiene rincones del pasado a los que volver?

¿Quién no conserva, en su silencio, palabras que al pronunciarse fueron música?

No es malo llevar tesoros en el equipaje.

Pero no los convirtamos en paraíso perdido.

La fe, un día semilla, ha de dar, aún, fruto, sin convertirse en fósil o pieza de museo.

Ya no pintamos bisontes en el techo de cuevas. 

El Evangelio no es el eco de un tiempo perdido, sino la voz  que, aquí y ahora, se nos vuelve profecía.

No estamos apurando los vinos de ayer en el banquete de un mundo ya extinguido o decadente.

Sigamos brindando, convencidos y anhelantes, Odres nuevos en la mesa, siempre nueva, donde el mundo cobra sentido.

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.

 

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