sábado, 7 de enero de 2023

La oveja perdida desea regresar

Señor, soy la oveja perdida que nadie sale a buscar, por la que nadie se interesa, a la que nadie llama, a la que todos ignoran.

Y no estoy sólo, no, no estoy solo.

Somos 99, 100, 1000 … Pero nadie nos llama, ni nos buscan, ni se interesan…

Olemos a pecado.

Olemos a toda clase de miserias humanas.

Olemos a calle, a barro, a polvo de los caminos inhóspitos de la vida.

Señor, al parecer se han quedado con una.

Una a la que miman, protegen y guardan.

Una que es objeto de disputas, de rencillas, de envidias …

Todos la quieren, porque sólo está ella.

¿Y nosotras, Señor, y nosotras…?

Deseo volver.

Quiero regresar, integrarme; deseo levantarme y ponerme en camino.

Ya no me interesan los placeres de este mundo.

No quiero seguir rodeado de esta piara de cerdos que los representan.

Yo me voy a casa de mi Padre.

¿Quién me esperará?

¿Me esperará alguno? ¿Saldrán corriendo a recibirme?

¿Me abrazarán?

¿Me reconocerán?

¿Harán fiesta, Señor, harán fiesta ...?

Salgamos a la calle, a la vida; vamos a buscar, a llamar.

Abracemos, acojamos,  salgamos al encuentro, que mas de una criatura nos está esperando.

Antonio Jesús Fuentes.

Ciao. 

 

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