lunes, 13 de noviembre de 2023

Tormenta...

Tormenta...

Sin ti me hundo, Señor.

Por más que te cite, que te evoque.

Por más versos que bosquejen tu rostro y tu vida.

Sin ti se abren a mis pies las aguas del desconcierto.

Y me ahogo en un mar de nostalgias, de intrascendencia, de propósitos inútiles.

Sin ti no hay prójimo, ni amor, solo egoísmo confundido.

Sin ti vence el miedo, manda el desconcierto, el desaliento se impone.

Pero, contigo, bailo sobre las aguas, tu mano me alza por encima de las dudas.

Tú fortaleces mi fe vacilante, la tormenta se desvanece y los versos se vuelven plegaria.

Al acoger tu palabra descubro, en los otros, misión y refugio.

Contigo se disipan las nubes y tu horizonte se me hace destino.

José María Rodríguez Olaizola

Ciao.

 

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