Juntos crecen el trigo y la cizaña, porque así es la vida en esta tierra:
La soberbia baila con la humildad, el egoísmo y la generosidad conviven en extraño abrazo, la razón y la sinrazón discuten sobre lo humano y lo divino, sabiduría y necedad comparten melodías, víctima y verdugo se sientan en el mismo banco, la intransigencia de unos y la tolerancia de otros miden con distinto rasero las mismas historias.
En un solo cofre se guardan puñales y versos, recuerdos y desmemorias, rencores y afectos.
Dios, que es bueno, hace salir el sol sobre justos e injustos.
El mundo es así, enredado, discordante, complejo.
Pero no es este el tiempo de los veredictos, sino el de las oportunidades.
Chema Montserrat
Ciao.
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