Líderes

Todo grupo humano necesita líderes tarde o temprano. De un modo esquemático, los líderes no se contentan con la consecución de unos objetivos sino que pretenden que cada miembro del equipo los asuma como propios. En otras palabras, poco a poco, los deseos de cada uno convergen hacia un mismo fin. Visto en estos términos, el liderazgo se convierte en algo valioso más allá de los ambientes empresariales. ¿Qué notas debería reunir un líder a la ignaciana? Podemos entresacar de las Constituciones estas características: Libertad, fortaleza, prudencia, constancia, madurez, virtud y bondad. El líder ignaciano es capaz de tomar distancia sobre sus propias apetencias para discernir (esto es, actuar como Jesús) lo mejor para cada institución. Es capaz de perseguir tenazmente ese objetivo descubierto. Es, finalmente, suficientemente comprensivo como para saber que aun los mayores errores deben ser releídos bajo un cierto halo de bondad.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.