viernes, 2 de agosto de 2024

7 Refrescos para un buen verano cristiano

EL AGUA DE LA TRANSPARENCIA

Bebamos abundantemente el agua de la transparencia para que, todos aquellos que nos rodean, puedan acercarse a nosotros sin temor alguno. “Los hombres honrados no temen ni a la luz ni a la oscuridad. Tomás” (Fuller) 

EL REFRESCO DE LA CORDIALIDAD

 Apuremos, en este tiempo veraniego, el refresco de la cordialidad como la mejor contribución para  que muchas personas se sientan menos solas y más queridas por el mundo que las rodea. “Con la cordialidad se conquista el bienestar de la misma sociedad” (Anónimo) 

EL LICOR DE LA DULZURA

Acariciemos la copa del licor de la dulzura. Se consigue más con miel que con hiel. “Las buenas acciones refrescan la sangre y permiten sueños felices” ( Panatti )

EL GRANIZADO DE LA FELICIDAD

La felicidad de uno hace que se contagie allá donde esa persona vive, trabaja, descansa o camina. “La alegría y el amor son  dos alas para las grandes acciones” (Goete)

LA SANGRIA DE LA AMISTAD

Tomar, a pequeños sorbos, la sangría de la amistad es dar lugar al diálogo sincero y a la comunicación con el otro, es dejar espacios para el respeto y la tolerancia, el conocimiento y el interés por aquel que tengo delante de mí. “Cada virtud solo necesita un hombre; pero la amistad necesita dos “ (Montaigne)

EL CAFÉ DE LA ORACION

Dar buena cuenta del “café de la oración” es saborear la presencia de un Dios que colma con creces el descanso o el trabajo, la preocupación o las dificultades, el agotamiento o la insipidez de muchos días. “Aunque Cristo nazca mil veces en Belén de nada te valdrá si no hace, por lo menos una vez, en tu corazón”  (Angelo Silesio)

EL ZUMO DE LA PAZ

Beber el “zumo de la paz” es poner paz allá donde nos encontramos. “La paz hace crecer las cosas pequeñas; la discordia destruye las grandes” ( Salustio)

¡BUEN VERANO!

Javier Leoz Ventura

Ciao.

 

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