Dicen que tenemos la familia que no elegimos al nacer y luego la otra, la que vamos conformando a medida que crecemos. A esos segundos se les llama amigos y creo que es de los pocos tesoros que existen que poca gente valora. Porque un amigo es quien está cuando el resto del mundo te abandona, esa luz en la oscuridad y brújula o apoyo cuando todo está perdido. Quien diga lo contrario miente, y si te apuñalan por la espalda y no te dicen las verdades de frente… No eran buenos amigos.
Piensa en cada una de las personas que han pasado por tu vida y que en algún momento fueron tus amigos. ¿De todos ellos cuantos quedan? Tal vez muchos, pocos pero seguro que verdaderos. Y a eso se le llama ley de vida, que toda persona que atraviesa nuestro camino nos acaba marcando… Pero solo unos pocos importan.
La familia que uno elige… Cuántas veces habrás escuchado esa frase. Los amigos llegan sin pedirlo ni provocarlo, de pequeños, de adolescentes, de adultos, de ancianos... Porque la amistad no se mide en años si no en sonrisas, y alguien que acaba de llegar y demuestra que le importas… Merece la pena.
Valórales, acéptales, dile las verdades a la cara cuando se hayan equivocado, porque eso hacen los amigos. Los amigos están siempre pero tienen la confianza suficiente para decirte "lo has hecho mal". Un amigo te anima pero también es transparente, un amigo te adora, te admira, sonríe con tus logros y no te ve como amenaza. Si no sientes eso por tus amigos… No sé qué haces con ellos.
Chema Montserrat
Ciao.
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