domingo, 11 de agosto de 2024

Sí, Señor, yo te pido

Sí, Señor, yo te pido el pan de cada día, la paz en mis fronteras, la luz de tu Palabra.

Pido que no me falte sencillez en los gestos, cordura en el afecto, limpieza en la mirada.

Busco tu voz discreta que ni grita ni abruma, tu presencia callada que todo lo transforma.

Voy buscando en mi entorno de tu paso las huellas, de tu Cruz las secuelas, de tu amor los reflejos.

Y llamo, sí, te llamo en los días felices y en las noches oscuras.

Es tu nombre un tesoro que comparto, en voz baja, sintiendo que al llamarte la bruma se disipa y enciendes la esperanza. 

Sí, Señor, yo te pido el pan de cada día, la paz en mis fronteras, la luz de tu palabra.

Pido que no me falte sencillez en los gestos, cordura en el afecto, limpieza en la mirada.

Busco tu voz discreta que ni grita ni abruma, tu presencia callada que todo lo transforma.

Voy buscando en mi entorno de tu paso las huellas, de tu cruz las secuelas, de tu amor los reflejos.

Y llamo, sí, te llamo en los días felices y en las noches oscuras.

Es tu nombre un tesoro que comparto, en voz baja, sintiendo que al llamarte la bruma se disipa y enciendes la esperanza.

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.

 

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