lunes, 30 de septiembre de 2024

El amor gratuito de Dios

El amor gratuito de Dios, su gracia, siempre nos afecta aquí y ahora, de modo que entra en nuestra experiencia cotidiana, aunque sin dejarse manipular por nosotros, sin dejar de ser Dios. Siempre en el fondo, siempre como parte del contexto general de nuestra experiencia cotidiana, Dios “se va acercando” y se entrega a sí mismo a nosotros. Sin dejar de ser Dios, de muchas maneras se nos acerca y se nos ofrece.

Nosotros no podemos tener ninguna relación con Dios que no implique una mediación, no podemos, desde nosotros, dirigirnos inmediatamente a Dios. Necesitamos de mediaciones simbólicas, existenciales, humanas. 

Pero Dios sí que se relaciona con nosotros de una forma inmediata, ya que se trata de una relación del Creador con su criatura. Lo que sucede es que debemos caer en la cuenta de que el Creador es también el Salvador. Cuando Dios actúa por su gracia salvando, renovando nuestro corazón, lo hace como Dios, es decir también como creador. De manera que no existe rivalidad alguna entre su don y nuestra respuesta.

Dios obra nuestra respuesta, pero a la vez es “nuestra”, nos pertenece. La acción renovadora de Dios en nuestro interior es humana, se realiza en la única realidad que conocemos: nuestra existencia humana, histórica, contingente. 

Quien habla de Dios y de su salvación, habla también de nuestro mundo. Dios se hace verdad en nuestra historia concreta: como memoria agradecida del pasado, como confianza y abandono del presente y como última esperanza para el futuro.

Ciao.

 

No hay comentarios: