Cada año, a través del tiempo, las personas afrontan situaciones, hechos, que marcan su vida, y sin duda alguna uno de estos, es la pérdida de un ser querido. Un suceso que se trae más a la memoria, en esta fecha en particular: "El Día de los Difuntos”.
Reconocido con diversas denominaciones, el 2 de noviembre, representa la Conmemoración a los “Fieles Difuntos”, o “Día de los Santos Difuntos”, otros le llaman sencillamente: “El día de las ánimas”, entre otros.
El 2 de noviembre, es el día que está determinado para rendirle un tributo de amor, respeto, cariño, a quienes ya no comparten el mismo espacio terrenal con cada uno de nosotros como seres humanos, y este tributo, lo haremos más significativo, a través de una oración, flores o cualquier otra ofrenda.
Sin duda alguna, éste es y será siempre, un día de meditación, una fecha que hace pensar a muchos, en tratar de aportar a cada instante, lo mejor que tengamos, de modo tal, que analicemos el pasado, disfrutemos el presente y pensemos en el futuro, tratando de dejar huellas positivas, para que al traspasar esa delicada frontera, al final de nuestras vidas, el alma pueda permanecer en paz, con el beneplácito de Dios, nuestro Señor.
Descansen en Paz nuestros seres queridos que han partido ya hacia la Casa del Padre. Que nuestra oración sea para ellos y para todos los que disfrutan ya de la Presencia de Dios.
Ciao.
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