A veces el Espíritu Santo no puede regalarme su vida y su paz sin poder obrar en mi existencia por mi obsesión con algo que quiero conseguir por un camino equivocado.
Es cierto que necesito amor todos lo necesitamos.
Y si alguien dice que no necesita amor está mintiendo se está engañando a sí mismo se ha cauterizado para no sufrir.
En el fondo en mi alma existe un niño necesitado que grita de frío y abandono.
Pero nunca lograré el verdadero amor que necesito vendiéndome a los demás tratando de hacer todo lo que esperan de mí para que me quieran violentándome por dentro y tratando de ser lo que no soy.
Si renuncio a ser yo mismo ellos no amarán mi ser real … Amarán sólo esa máscara esa apariencia que hemos fabricado.
No seamos injustos con nosotros mismos y con Dios. Seamos lo que tenemos que ser nuestro verdadero ser el que Dios ha creado.
Es cierto que tendré que cultivarme pero sin dejar de ser yo mismo. Por eso será mejor dejarnos amar por el Espíritu Santo.
Cualquier amor verdadero no es más que un reflejo del Espíritu que es amor sin límites. Y es un amor que me quiere como soy y que sólo espera que sea yo mismo. Cuando Él me toca por dentro para embellecerme lo hace respetando esa identidad que Él ama.
Pidámosle a nuestro amigo Dios Espíritu Santo que destruya nuestra máscara y haga brillar nuestra realidad más bella.
Desconozco el autor.
Ciao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario