martes, 7 de enero de 2025

Jubileo

No podíamos creerlo.

Éramos peregrinos que no ven la llegada.

Navegantes sin destino.

Soñadores sin anhelo.

Habíamos confundido promesas con ecos.

Éramos ateos disfrazados de creyentes.

Camuflábamos inercias tras ritos yermos.

Esperábamos sin urgencia.

Rezábamos sin encuentro.

Ni amar sabíamos ya.

Tú viniste a derribar los muros que encarcelaban la fe.

Abriste ventanas tapiadas.

Despertaste la memoria.

Mostraste un modo nuevo de ser.

Plantaste tu palabra en nuestro centro.

Volviste a encendernos la mirada para exponer el mundo con tus ojos.

Tu amor nos sacudió por oleadas.

Descolocó cimientos, rompió puertas.

Y resurgió, invencible, la esperanza.

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.

 

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