¿A quiénes amar?: A todos mis hermanos de humanidad.
Sufrir con sus fracasos, con sus miserias, con la opresión de que son víctimas.
Alegrarme de sus alegrías. Encerrarlos en mi corazón, todos a la vez.
Cada uno en su sitio.
Ser plenamente consciente de mi inmenso tesoro y con ofrecimiento vigoroso y generoso, ofrecerlos a Dios.
Hacer en Cristo la unidad de mis amores: Riqueza inmensa de almas plenamente en la luz.
Todo esto en mí como una ofrenda, Como un don que revienta el pecho: Movimiento de Cristo en mi interior que despierta y aviva caridad, movimiento de la humanidad, por mí hacia Cristo.
Extracto de una oración de San Alberto Hurtado SJ
Ciao.
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