miércoles, 12 de marzo de 2025

El ayuno de la Cuaresma, no solo es de comida


 Ayuna  de proclamas hirientes, vacías, de exigencia y reproches.

Ayuna de caprichos y ocurrencias, de murmuraciones, de impertinencia.

Ayuna de ruido, de polémicas, de quejas.

Ayuna de evasiones, de ensueños, de tu propio reflejo en espejos engañosos.

En lo escondido vive el evangelio, que todo renueva.

Entra en el desierto, donde encontrarás la verdad desnuda.

Descubre los signos que del amor hacen destino y escuela: La mesa de todos, el pan compartido, la toalla ceñida.

Surgirá la cruz en el horizonte, y una encrucijada: Huir o quedarse, siguiendo las huellas de quien da la vida, para que la luz disipe las sombras que ocultan a Dios.

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.

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