viernes, 9 de mayo de 2025

Distraído

Si me pierdo, Señor, entre el ruido que no llena y el silencio que no habitas.

Peleando guerras que ni son las tuyas ni a mí me conquistan.

Abrazando el humo de fuegos imposibles.

Si me distraigo, absorto en un concierto de instrumentos desafinados, despreciando la llave sin abrir las cadenas, descarriado por no abandonar seguridad ni costumbre.

Dispersión que me cautiva, seducción que me descentra, apuesta que pierdo al elegir otro juego.

Si llamas:

«Atento». Y lo estoy. A todo menos a Ti.

Zarandea mi locura, despiértame del ensueño, sácame del camino a ninguna parte, muéstrame tu rostro. Si me pierdo, encuéntrame.

José María R. Olaizola, SJ

Ciao.


 

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