¿Qué podemos hacer si muy cerca de nosotros, en nuestro entorno familiar o de trabajo, habita un hipócrita?
Normalmente al intuir incompatibilidad de caracteres o de valores lo normal es poner distancia con una adecuada elegancia y respeto. Pero puede que no sea tan sencillo. En Psicología nos apuntan la regla de las tres “R”.
NO REFUERCES: Los hipócritas pueden y tienen todo el derecho de hacer vida a tu alrededor, pero nunca reforzaremos sus comportamientos. Lo ideal es ser lo más aséptico posible con ellos, no mantener conversaciones profundas donde revelar intimidades y no dar demasiada importancia a lo que puedan decir.
RESPÉTALO Y RESPÉTATE: Deja que el hipócrita sea como quiera, que haga lo que desee, pero siempre en su propia esfera, no dejes nunca que entre a la tuya. Respétale y dale la importancia justa sin dejar que te afecte su actitud.
NO RENUNCIES A TUS VALORES: En ocasiones, cuando pasamos mucho tiempo en un escenario abonado por la hipocresía es común caer en algún momento en estos mismos comportamientos. Debemos recordar nuestros valores y principios y defenderlos aunque el resto no los entienda o no los aprueben.
Ya sabes la hipocresía se camufla con amabilidad cuando algo le conviene, hay que aprender a ser intuitivos y cautos, y si la oportunidad finalmente acontece, no dudar en poner la distancia adecuada donde poder recuperar tu plenitud emocional y psicológica…
Chema Montserrat
Ciao.
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