Os invito a meditar tomando como base textos de los padres del desierto... Uno de los padres contó una parábola sobre la humildad:
Los cedros dijeron a las cañas:
- ¿ Por qué vosotras que sois frágiles y débiles no os rompéis durante la tormenta, mientras que nosotros, los mayores, nos rompemos y a veces somos desarraigados?
Respondieron las cañas:
- "Cuando viene la tormenta y sopla el viento, nos doblamos aquí y allá, y por eso no nos rompemos, pero vosotros que os resistís al viento, estáis en peligro".
Y el anciano añadió:
- "Ante una ofensa hay que ceder, dejar el campo libre para la ira, sin oponer resistencia o caer en palabras o acciones inapropiadas"..
Ciao.
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