Envíame, Señor, como bálsamo en las heridas del hermano y fragancia de Evangelio derramado.
Envíame, Señor, como oasis en tierras de desierto y morada para vidas sin techo.
Envíame, Señor, como candil en medio de la noche, como buena noticia para los pobres.
Envíame, Señor, como hogaza para el hambriento y agua fresca para el sediento.
Envíame, Señor.
Camina a mi lado para que mi misión no sea en vano.
Envíame, Señor, y dame nuevos hermanos para que juntos proclamemos tu reinado.
Fermín Negre
Ciao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario