viernes, 21 de noviembre de 2025

Tú no

Quizás seas, rechazo, el más cruel de los demonios.

Clavas tus garras y tu víctima se rompe.

Luego, lentamente, la herida se cierra, ya nunca del todo.

Queda ahí, entreabierta, una puerta al interior.

Hay días lóbregos en que regresa el dolor, convocado con una palabra, una mirada, el silencio o un recuerdo.

Eres un espejo imperfecto que devuelve grisuras y exagera sombras.

Envenenas a quien apresas, destruyes a quien atrapas, todo lo tiñes y corrompes con tu baile de apariencias.

Solo quien te conoce puede entenderme.

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.


 

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